Debido a la naturaleza sexual de los pechos, grandes senos pueden atraer la atención no deseada, comentarios e insinuaciones sexuales indebidas. Estos pueden causar angustia psicológica a muchas mujeres.
Una de las quejas más comunes de las mujeres con senos grandes es que es muy difícil de llevar ropa de moda y disfrutar de la actividad deportiva, particularmente en los meses de verano.
Las mujeres con senos de gran tamaño o que los tienen muy caídos, pueden experimentar dolor de espalda y de la nuca pasando por irritación de la piel a nivel pliegue, y deformidades esquelética en la columna y la espalda.
Parra muchas son visibles las marcas permanentes que le han dejado los tirantes del sujetador. Y por la tremenda carga física que representa tanto peso, pierden sensibilidad en el pezón y presentan adormecimiento de las manos.
Unos senos grandes pueden hacer sentir mal a la mujer, llegar a tener complejos psicológicos y deteriorar su autoimagen y esto le ocasiona falta de seguridad y confianza en sí misma, sobre todo en la primera juventud.
Además, abandonan las actividades deportivas y ven entorpecidas sus relaciones interpersonales y sexuales. El problema de grandes pechos, sin embargo, puede causar problemas similares en todas las edades.
Por ejemplo, mujeres mayores que ya son abuelas pueden llegar a tener pechos gigantes con los mismos problemas que pacientes más jóvenes. Por ello, las pacientes que se han realizado una cirugía de reducción de pechos, y gozan de unos senos acorde a su cuerpo, ya saben los que es sentirse livianas, el poder lucir la ropa de su elección y no la que les imponía sus grandes senos.
En consecuencia, su autoimagen y autoestima se ven acrecentadas y el desenvolvimiento social es mucho más placentero.
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La Mamoplastia de Reducción tiene doble ventaja, mejora su apariencia y alivia la carga física y emocional que produce ese gran volumen mamario hipertrófico.
Es un procedimiento quirúrgico normalmente seguro, con un índice de complicaciones muy bajo. El cirujano debe estar en capacidad de utilizar las técnicas más modernas que dejen cicatrices mínimas y permita obtener el volumen acorde con su cuerpo, con buena proyección y recuperación de la sensibilidad.
Algunas mujeres con los senos muy caídos y que referían falta de sensibilidad en el pezón, reportan recuperación de la sensibilidad en cuanto a los pezones en unas pocas semanas luego de la cirugía, facilitando un buen desempeño erógeno.
El procedimiento deja cicatrices, aunque mínimas, son visibles si se buscan, pero pueden ocultarse con el sujetador y dentro del bañador (las mujeres fumadoras pueden presentar cicatrices más anchas).
En su primera consulta, se explica en forma directa sus expectativas, que tanto volumen desea retirar y qué tan dispuesta está para aceptar las cicatrices. El cirujano la examinará y descartará la presencia de masas o tumores, inclusive le hará exámenes de imagen diagnostica (mamografía, ecografía mamaria, etc.)
Además, tomará las medidas de sus mamas, valorará que tan caído están sus pechos y basándose en otros factores como edad, tamaño y forma de las mamas y tipo de piel, recomendará cuál es la técnica quirúrgica que más le conviene.
De igual manera, el médico explicará detalladamente el procedimiento que realizará y los posibles riesgos, limitaciones del procedimiento y las cicatrices que quedarán. Así mismo deberá decir sobre la nueva ubicación del pezón, el tipo de anestesia a la cual será sometida y el hospital donde se realizará la intervención quirúrgica y los costos.
El paciente también recibirá instrucciones precisas para prepararse para la cirugía, lo que incluye consejos en cuanto a comidas, bebidas, y el ingerir o evitar ciertas vitaminas o medicamentos.
En FC Estética todas las técnicas mamarias reductivas son aplicadas con el objetivo primordial de recuperar el aspecto estético adecuado, disminuyendo el gran volumen a uno más acorde con el cuerpo de cada paciente; así como de mantener la vitalidad del pezón, conservando su sensibilidad e inclusive preservar la posibilidad de la lactancia.
Existen varias técnicas para la Mamoplastia Reductora, que se parecen a las de la Mastopexia. Todas tienen como principio la recolocación de la areola y pezón más elevadas y proyectando al frente; por lo tanto, se parte de una herida alrededor de la areola, que se extiende verticalmente hacia abajo hasta el pliegue submamario.
En algunos casos hay que resecar un volumen moderado (menor de 500 gr), pero en otros tendrá que prolongarse horizontalmente, siguiendo la curva natural del pliegue por debajo de las mamas. El cirujano remueve el exceso de tejido glandular, grasa y piel y coloca la areola y el pezón en su nueva posición.
Tenga en cuenta que nunca se ha separado del tejido glandular mamario que se sube todo en bloque, lo que garantiza el potencial de lactancia. Posteriormente, se comienza a juntar los bordes de las heridas con puntos de sutura en 3 capas lo que hace que resulte muy difícil que las heridas se abran en el postoperatorio, con la técnica aplicada por el Dr. Cardona.
Y como se mencionó, de esta manera se evitar la pérdida del pezón o necrosis de la areola. Con estas técnicas el cambio es inmediato y se observa sus nuevos pechos que estarán acorde a su contorno. La intervención puede durar de 3 a 5 horas, dependiendo de la técnica aplicada de la cantidad de tejido a resecar y recolocar.
Después de la reducción de pechos, usted tendrá un vendaje compresivo sobre sus senos y posiblemente se le colocarán drenajes que se retiran en uno o dos días. Algún dolor tendrá en los primeros dos a tres días después de la cirugía, que cede con analgésicos prescritos por su médico.
El vendaje será cambiado al día siguiente de la intervención por un sujetador, el cual deberá seguir utilizando durante varias semanas, hasta que la inflamación disminuya. Los puntos de sutura actualmente ya no se retiran.
La paciente podrá reincorporarse a su trabajo (dependiendo del tipo actividad laboral) y a su vida social en unos 7 a 15 días.
Además de la disminución del volumen de los pechos, la paciente notará que se siente menos pesada. Se ha librado de una gran carga, tanto física como emocional, también observará el cambio de la forma de sus senos y la nueva posición de la areola-pezón, y también observará sus cicatrices.
Las cicatrices quedarán ubicadas estratégicamente para no ser visibles mientras use su ropa y e inclusive quedará escondidas bajo el promedio de sujetadores o del bikini. En los meses después de la cirugía las cicatrices se desvanecen de ser rojo intenso, posiblemente gruesas e incómodas, para convertirse en mucho más pálidas y menos evidentes.
Sin embargo, siempre estarán presentes y visibles cuando no se usa la ropa y las cicatrices pueden variar de una mujer a otra.
En la mayoría de las mujeres, sin embargo, las cicatrices son aceptables y significan un pequeño precio en comparación con los beneficios obtenidos al eliminar los grandes problemas poro tener pechos muy grandes. En aquellas fumadoras pueden tener distorsión negativa de las cicatrices. Por tanto, ❌ NO FUME.
Por otro lado, la Mamoplastia de Reducción no tiene ninguna contraindicación para volver a quedarse embarazada, ni la lactancia; pero mujeres jóvenes bien podrían creer son incapaces de poder amamantar y tener una lactancia feliz.
El cirujano se compromete a no dañar el potencial de lactancia, pero debe tener en cuenta que mujeres que nunca ha sido operadas de las mamas tampoco pueden llegar a lactar, porque su potencial no se lo permitió.
Los pezones son propensos a ser mucho menos sensibles después de la cirugía debido a la naturaleza de las heridas, pero usualmente las pacientes recuperan la sensibilidad erógena al recuperar la longitud normal el nervio que les da la sensibilidad.
Es muy importante que usted discutir detenidamente con su cirujano previamente el tamaño de los senos que desea alcanzar. Muchas mujeres desean una reducción muy radical, pero para lograr esto, la forma y la calidad estética de los senos puede verse comprometida.
También es posible que haya un grado de asimetría. Esto, sin embargo, es cada vez menor dado los avances de la cirugía. En casos de mujeres con senos muy grandes, los beneficios de una reducción significativa pueden compensar las posibles imperfecciones de forma pobre y pérdida de función del pezón y sensibilidad.
No obstante, en mujeres con senos que son ligeramente más grandes que lo normal, se debe reflexionar cuidadosamente sobre la cicatrización y la posible forma y el tamaño deseado, ya que el resultado de la cirugía puede no ser como estético y conseguirse un aspecto normal de la mama.
Como es sabido, cualquier gran operación con anestesia general conlleva un pequeño riesgo de infección de las heridas, o que estas se abran; principalmente en pacientes que fuman; así como también hay un pequeño riesgo de trombosis en las venas de la pierna, particularmente para los pacientes que están tomando la píldora anticonceptiva.
Otro riesgo en la cirugía reductiva de pechos es que, ocasionalmente, el sangrado puede ocurrir después de terminada la operación y se necesite una operación adicional y una transfusión de sangre.
En otros casos, aunque poco frecuente, puede ocurrir una infección de gérmenes, dando cobijo en los conductos de la mama, lo cual puede ser problemático. Tal infección puede ser tratada con antibióticos, pero retrasará el proceso de cicatrización, las cicatrices son propensas a distorsionarse y ver mal y puede haber una necesidad de una plastia de cicatriz posteriormente.
Por tanto, si usted tiene una descarga de leche por su pezón, es importante que lo informe a su cirujano antes del tratamiento. En otros casos, ocasionalmente la piel puede tornarse costrosa, que al desprenderse puede dejar una cicatriz amplia.
Además, el disco del pezón y la piel donde se reúne la cicatriz debajo de la mama son piezas más propensas a ser afectados. En los casos de personas que fuman corren un mayor riesgo de que esto ocurra. Generalmente, las cicatrices se curan bien para terminar como líneas blancas, pero no invisibles.
Cuando la reducción de senos grandes, en ocasiones puede ser necesario ajustar los pliegues de la piel al final de la cicatriz, entre los senos y en los lados. Esto puede simplemente realizarse bajo locales anestésicos y varios meses más tarde.
No existe evidencia que Mamoplastia de reducción causa cáncer de mama, al contrario, el cirujano está en la mejor posición para descubrir un bulto no detectado y claro está, tomará biopsias de este tejido. Tampoco es un impedimento para los exámenes que detectan tumores (mamografías, ecografías, etc.).
Antes de una cirugía reductiva de pechos, se debe realizar la valoración completa y elaboración del Plan de Tratamiento consensuado con la paciente, y luego seguir el siguiente cronograma:
1-2 Semanas antes:
La víspera:
Día del Procedimiento y antes de ir a la Clínica:
Ya en la clínica:
Postoperatorio inmediato, descansando en la clínica
A las 24-48 horas postoperatorias, descansando en casa (Recuerde, reposo completo mínimo de 10 días en casa):
A los 15 días de postoperatorio:
Al mes de la operación:
Ya comienza a sentirse muy “liviana”, la inflamación ya ha cedido.
Debe continuar utilizando el sujetador mínimo 12 horas continuas.
No debe realizar esfuerzos físicos, ni intentar ningún deporte.
Comienza a recuperar toda la sensibilidad y es posible que siente algunos pinchazos, es la re-inervación de la piel que fue despegada. Si estos pinchazos se tornan molestos, coméntelo al Dr. Cardona. Tenga un poco de paciencia.
Resguárdese del sol.
A los 6 meses de postoperatorio:
Ya está totalmente desinflamada y sí, desde el mismo momento después de la cirugía, el cambio fue evidente. Sin embargo, 6 meses después se puede evaluar el resultado se ve en forma objetiva. ¡Enhorabuena!
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