La nariz, centro de la cara, y de una importancia capital para la estética facial. Usualmente y desde el punto de vista artístico, decimos que una nariz es bella cuando está en armonía con el rostro.
La Rinoplastia, comúnmente llamada “cirugía de la nariz”, es un tratamiento quirúrgico que puede cambiar el tamaño, la forma, la longitud y las dimensiones anteroposterior de la nariz.
Puede modificar el hueso nasal, inclusive el hueso maxilar, los cartílagos del tabique y de las alas nasales, así como reacomodar la piel que los cubre para dar la forma deseada, disminuir el tamaño, afinar la punta globosa, o elevarla para volverla más fina y con una adecuada proyección.
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La armonía facial de lo que consideramos bello, nos lo han enseñado desde Leonardo da Vinci, pasando por Picasso y otros grandes. Y ahora lo aceptamos como un canon de la Belleza.
Estos parámetros pueden no cumplirse ya sea por un defecto del nacimiento, por un trauma, o por dificultad respiratoria, o definitivamente porque no se está conforme con la apariencia de la nariz. Y esto último, el querer mejorar el aspecto externo de la nariz es la motivación más frecuente para someterse una Rinoplastia.
También hay grupo de pacientes muy especiales que nos consultan, porque ya se han sometido a una Rinoplastia, pero ellos siguen viéndose con defectos o que el proceso de cicatrización l pudo haber distorsionado un buen resultado, y se hace necesario practica una Rinoplastia Secundaria o de Revisión. Y buscan un cirujano más experto.
El querer mejor el aspecto externo de la nariz y lograrlo a través de una Rinoplastia, es un tratamiento que mejora la autoestima y claro está, la autoimagen, y en consecuencia el bienestar consigo mismo. Esto es de capital importancia para nosotros como cirujanos.
Nos compromete a cumplir en todo lo posible con las expectativas de cada uno de nuestros pacientes. Y en cuanto a los aspectos externos de la nariz que más solicitan es la eliminación del llamado “caballete” que corresponde al hueso nasal prominente, médicamente le llamamos Giba dorsal.
Con doble componente estructural, óseo y cartilaginoso. Usualmente, ante un “caballete” pequeño, quizás no sea necesario plantear más modificaciones en el resto de la nariz. Pero esta situación casi que es excepcional.
En realidad, los pacientes con giba dorsal (“caballete”) también se quejan de que su nariz es demasiado grande en relación con su rostro (desarmonía facial supuesta u objetiva). O les afea la presencia de una punta nasal poco definida, ancha y con aspecto de bola, o una punta caída dando “aspecto de bruja o de nariz de águila”.
También puede ser que las fosas nasales se las vean grandes y muy abiertas. Usualmente, los pacientes que sufren estas alteraciones estéticas vienen arrastrándolas desde hace mucho tiempo, y cuando consultan esperan obtener una información veraz y científica, que les brinde confianza y seguridad.
El Dr. Cardona es experto en Rinoplastia Estética. Logra las modificaciones necesarias, no solamente modificando o remodelando los huesos y cartílagos nasales, sino que también utiliza técnicas auxiliares como es el Lipofilling (ver técnica), para levantar un surco nasal que impide un balance facial más acorde.
Ya sea por un accidente, por un golpe fortuito, o por otras razones, una fractura nasal siempre se debe atender apenas que sucede, y si es así, prácticamente no deja secuelas. Pero, en la realidad, siempre hay secuelas tanto estéticas como funcionales. A largo plazo el sitio de fractura del hueso nasal termina engrosando y volviendo ancha la nariz, y si hay desviación del tabique, casi siempre se acompaña de obstrucción respiratoria.
Y que decir deformidades tan estigmatizantes como puede ser una nariz en “silla de montar” (sin caballete), con colapso de la vía respiratoria nasal. Todas estas alteraciones pueden ser leves o muy severas, y en todo caso, requiere una planificación cuidadosa de la cirugía reparadora, que obviamente tendrá su componente estético.
Este un punto que el Dr. Cardona maneja con sumo cuidado para buscar tanto la mejoría funcional como la estética nasal. En estos casos, el balance se inclina más en mejorar todo lo posible la parte funcional, y mejorar en lo que se pueda la parte estética. Y muy probablemente algunos pacientes requieran más de una intervención, o una combinación de técnicas quirúrgicas.
OBSTRUCCIÓN NASAL RESPIRATORIA
TRAUMA NASAL
Ya sea por un accidente, por un golpe fortuito, o por otras razones, una fractura nasal siempre se debe atender apenas que sucede, y si es así, prácticamente no deja secuelas.
Pero, en la realidad, siempre hay secuelas tanto estéticas como funcionales. A largo plazo el sitio de fractura del hueso nasal termina engrosando y volviendo ancha la nariz, y si hay desviación del tabique, casi siempre se acompaña de obstrucción respiratoria.
Y que decir deformidades tan estigmatizantes como puede ser una nariz en “silla de montar” (sin caballete), con colapso de la vía respiratoria nasal.
Todas estas alteraciones pueden ser leves o muy severas, y en todo caso, requiere una planificación cuidadosa de la cirugía reparadora, que obviamente tendrá su componente estético.
Este un punto que el Dr. Cardona maneja con sumo cuidado para buscar tanto la mejoría funcional como la estética nasal. En estos casos, el balance se inclina más en mejorar todo lo posible la parte funcional, y mejorar en lo que se pueda la parte estética.
Y, muy probablemente, algunos pacientes requieran más de una intervención, o una combinación de técnicas quirúrgicas.
En el siguiente caso (abajo anexo), fue necesario casi todos los pasos, y todo se pudo realizar con técnica cerrada, logrando modificar el dorso nasal, afinar la punta mediante injerto cartilaginoso tomado del tabique, y aumentando su proyección, lo cual modificó la forma de los orificios nasales (narinas) que se completó con la plastia de alas nasales (herida que cicatrizo de manera imperceptible).
Antes que todo, se debe realizar la valoración completa y elaboración del Plan de Tratamiento consensuado con el paciente, y luego:
1-2 Semanas antes:
La víspera:
Día del Procedimiento y antes de ir a la Clínica:
Ya en la clínica:
Postoperatorio inmediato, descansando en la clínica, en el hotel o en casa, según sea el caso (recuerde reposo mínimo de 3 días):
A las 48-72 horas postoperatorias:
A los 10-15 días de postoperatorios:
A los 6 meses postoperatorios:
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